miércoles, 31 de marzo de 2010

SUSPIROS ETERNOS

Me enseñaste a caminar desnuda bajo la sombra de tu alma
desalojaste el vacío que habitaba entre mis dedos
con tu dulzura ahogaste el sabor amargo de mi ser
el sólo roze de tus yemas cuando acariciaban mis dudas
me hacían sentir que en realidad existías para mi.
Me enseñaste a extrañarme de verdad,
pues nunca estuve tan pendiente de algo como lo estuve de ti,
hiciste que huyera de mi, al ver tantos colores juntos en tu mirada,
para salir en busca de mi propio color.
Me enseñaste que mientras cada segundo que pasaba lejos
de ti era un año de soledad, cada año a tu lado
era un segundo formando parte de una vida compartida contigo.
Sinceramente, aún te amo; no se si lo siento bien,
sólo se que en este momento cada poro de mi piel me grita en silencio que te lo diga con el pensamiento. Pero ya todo acabó, tú no estas aquí y yo tampoco quiero estar sin ti.
Sólo quedan mis suspiros para seguir amándote pero en secreto,
mientras yo me esfumo junto al aroma de tu piel.
Por. Isabel Meza Pérez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario